viernes, 11 de octubre de 2013

CUENTOS DE MISTERIO.

"EL CALENDARIO"  

Aquel día Elisa se había levantado muy feliz y había  decidido  ir  a  visitar  a su  anciano tío  aquella  misma noche.  En  realidad  a  Elisa  no  le  faltaban  motivos  para  serlo,  ya  que  desde  hacía  varias  semanas pasaba a ser la única heredera de la fortuna  de su tío Don Pedro. Un gran hacendado propietario  de una finca de miles de olivos que todos los años les  reportaba suculentas ganancias de la venta del aceite. Además era propietario del molino  de aceite y poseía una flota de veinte camiones cisterna y una fábrica de embasado del  preciado oro  verde,  en  la que daba trabajo  a  casi todas  las personas que  vivían  en  el 
pueblo. 
 Sin embargo entre Elisa y tu tío, nunca se habían llevado bien ya que a su tío le  gustaba  que  todos  cuantos  le  rodeaban siempre  tuvieran  algún  motivo  para sentirse  preocupados  y  desconfiados.  Era  un  persona  huraña  y  desconfiada, tanto  que  llevaba personalmente toda la contabilidad de su fortuna, ya que creía que cualquier empleado  podía ser un potencial delincuente. Don Pedro no tenía hijos ya que jamás llegó a casarse,  ni siquiera se le conoció pretendiente alguna, aunque esto no le extrañaba a nadie debido  a su personalidad tan complicada. 
 Debido a su edad, unos años atrás, decidió redactar su testamento, pero como era  de esperar fastidiando todo lo que pudo, como a él le había gustado durante toda su vida.  En el testamento dejaba toda su fortuna a su única sobrina, Elisa, pero con la condición de  que ella hubiera  cumplido los dieciocho años y alcanzara la mayoría de edad antes del  momento de su muerte, de  lo  contrario toda su fortuna pasaría  a manos de personas  anónimas que nada habían tenido que ver con él en toda su vida. 

Elisa acudió a la casa de su tío, para darle la gran noticia de que a pesar de sus  intentos de dejarla con la miel en los labios ya era mayor de edad. Hacía varias semanas  que  no  lo  visitaba  y  al  entrar se  extraño  del silencio  que  había  en  la  casa  y  del  olor  nauseabundo que le hizo contener la respiración. Al entrar en el oscuro salón su impresión  fue  enorme.  Su  tío  estaba  muerto,  sentado  en  un  sillón  con  la  cara 
iluminada  por  el  reflejo  de  una  luz  procedente  de  una  nutrida  pecera  donde  los  rápidos  y  juguetones  movimientos de los peces parecían dar  movimiento al rostro inerte de su tío. 

La  policía  averiguó  que  la  muerte  fue  por  paro  cardíaco  hacía  más  de  tres  semanas,  sin  poder  precisar  exactamente  el  día.  Sin  embargo en el despacho se pudo comprobar la fecha exacta en que había muerto por el calendario de notas que había sobre su mesa y que señalaba justamente un día después
del cumpleaños de Elisa. El inspector de policía tras dar las órdenes oportunas tomó del  brazo a Elisa y la llevó a un lugar apartado donde le preguntó en voz muy baja:  ‐¿Su tío  murió antes de  la fecha de su  cumpleaños,  verdad?.  ¿Cuál fue el detalle por el que el  inspector Sánchez  descubrió que Elisa había estado en la casa varias veces antes de ese  día?.  

La solución  a  este  enigma  puede  estar  en  el  texto  o  en  el  dibujo.  Para  ayudarte  a 
averiguarlo, sigue estos consejos. 

1.‐ Lee atentamente todo el texto. 
2.‐ No des soluciones sin pensar si tiene lógica o no. 
3.‐ No se trata de una juego de acertar, si no de razonar. 
4.‐ Si no logras encontrar la solución mira atentamente el dibujo y vuelve a releerlo.

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